Etapa 5: Berducedo – Castro
Después de una etapa tan dura como la de Hospitales se suele dormir bastante bien, aunque puede hacer algo de frío y no vendría mal un buen saco de dormir. La etapa promete porque hay un buen tramo de descenso ESPECTACULAR y MARAVILLOSO, uno de los mejores hasta el momento.
A la salida de Berducedo, si la meteorología lo permite se puede observar un gran manto blanco de nubes que cubre parte de las montañas y tan sólo dejan al descubierto algunas de las puntas más altas. Unos kilometros más adelante empieza una bajada de camino de tierra por un bosque profundo de vegetación densa donde resalta el color de las hojas secas caídas en el suelo de los árboles. Las vistas son preciosas y el asombroso embalse de Grandas de Salime se deja ver entre los árboles. Al ir descendiendo se aprecia cada vez más toda la morfología del embalse, hasta finalmente llegar a estar encima de las compuertas. Parar, mirar alrededor y seguir adelante. El camino todavía no llega a su fin, queda un ascenso hasta Grandas de Salime bastante pesado por carretera, localidad donde se puede parar a tomar un respiro.
Si se dispone de un par de horitas es recomendable visitar el museo etnográfico más importante de España y hacerse una idea de como vivían en Asturias a principios del siglo pasado y conocer los diferentes oficios más tradicionales de la mano de verdaderos profesionales del metal y la madera.
Desde Grandas tan sólo hay unos 5-6 kms hasta el albergue de Castro, el sendero es bastante agradable y sencillo aunque el albergue se encuentra al final de una pequeña cuesta, donde la estancia es muy agradable y la amabilidad de los hospitaleros hace todavía mas si cabe una noche excelente.