Etapa 2: San Juan de Villapañada – Bodenaya
Bastante temprano empezan a sonar las primeras alarmas en el albergue de San Juan de Villapañada y el ruido de los más madrugadores invita a levantarse y seguir la aventura. La etapa es relativamente fácil comparada con la anterior. Aunque a los pocos minutos, después de “deshacer” los 800 metros para volver al camino se encuentra el primer repecho hasta lo alto de El Fresno. Que hace subir las pulsaciones y empiezan a aparecer las primeras gotas de sudor de la mañana.
Como siempre, después de una pronunciada subida viene una fuerte pendiente descendente que nos lleva hasta Cornellana y que nos permitirá coger aire por unos momentos. La panorámica es espectacular aunque la autovía aféa un poco el paisaje. Después el camino se hace mucho más agradable al introducirse entre árboles, arrollos y plantas con bastantes zonas sombrías que se agradecen si el día es muy caluroso.
Cornellana se encuentra a pocos metros después del puente sobre el río Narcea, sitio perfecto para observar el paso del agua y tomar algunas fotos. Justo antes de entrar a Cornellana la señalización del camino nos guia hacia la izquierda, aunque se puede seguir recto y hacer una parada en esta localidad, ya que cuenta con bares, restaurantes y tiendas. Si no se quiere salir del camino y seguir la etapa pasaremos junto al Monasterio de San Salvador y el albergue de peregrinos.
A los pocos minutos de salir de Cornellana se encuentra otra pequeña subida de tierra hasta Santa Eufemia, que para hacerla mas llevadera se puede ir observando una imágen estupenda de la localidad de Cornellana que vamos dejando a nuestras espaldas.
A partir de ese momento la etapa es mucho más tranquila, incluso después de un gran largo llano se encuentra una fuente donde nos podemos descalzar y mojar los pies un ratito en su agua helada.
Unos kilometros más adelante se encuentra el pueblo de Salas y el Bar Casa Pachón recomendado por todas las guias. Al salir de allí descubres porque. Es imposible quedarse con hambre, tres abundantes platos, bebida, postre y café. Precio, trato y calidad inigualables.
Si se decide acabar la etapa en Salas, solo hace falta ir al albergue y dormir la siesta, pero si la intención es seguir hasta Bodenaya todavía faltan 8km aproximadamente, y además de subida. Una vez en Bodenaya, el albergue esta bien señalizado a pie de camino y cuenta con lavadora, secadora y cena común para todos los peregrinos, así como desayuno al día siguiente antes de partir. Sin duda un albergue totalmente recomendado.