Etapa 10: Ponteferreira – Ribadiso
Desde que aparecen los primeros rayos de sol, las miradas y el pensamiento estan puestos a la llegada a Melide, punto donde finaliza el Camino Primitivo y se enlaza con el Camino Francés. Dos origenes y dos caminos diferentes pero un mismo destino común. A partir de Melide sólo restan poco más de 50 kms a Santiago de Compostela y el camino no tiene nada que ver con lo que se ha visto hasta ahora.
Si bien el Camino Primitivo se caracterizaba por su tranquilidad, momentos de soledad para reflexionar en una paz absoluta, albergues pequeños y acogedores para pocos peregrinos y servicios escasos en según que tramos, el Camino Francés es todo lo contrario. Multitud de peregrinos, varios albergues por población con un gran número de plazas, bares y restaurante cada varios kilometros y una señalización cada vez más frecuente indicando la distancia restante.
El contraste es evidente y a muchos les decepcionará, pero a otros el hecho de conocer a mucha más gente en los últimos 50 kms, que en todo el Camino Primitivo, o incluso ver a bastantes peregrinos realizarlo en bicicleta, les hará decidirse por el camino Francés la próxima vez que preparen su mochila.
Melide es parada obligatoria para probar el pulpo a la gallega. Hay varias pulperias donde lo preparan genial, pero la más conocida y famosa es Pulpería Ezequiel. Después de recargar pilas, al salir de Melide se puede ver el mojón de los 50 kms, sitio perfecto para inmortalizar el momento y automotivarse viendo que el final ya esta muy cerca. La salida de Melide es muy agradable y a los pocos kilometros el sendero se introduce en un bosque de pinos y robles con abundante vegetación con repetidas subidas y bajadas bastante ameno al pasar por varios arrollos y rios.
A los 11 kilometros de Melide se encuentra el final de la etapa, Ribadiso da Baixo. Después de cruzar el bonito puente medieval sobre el río Iso se encuentran los albergues tanto privados como el público de la Xunta. Ribadiso es una localidad agradable para pernoctar y dar un paseo hasta el río para remojar los pies.